jueves, 30 de diciembre de 2010

11.33 pm fin.

Hay animales que 
producen clics 
con una amplitud máxima de 48 kHz,
con una frecuencia de 3 a 10 por segundo,
 y tonos puros...
Si,
tonos puros.


noe aprendió en el 2010...

que todos los fracasos, los fiascos, las caídas de las bicis, el vuelto que tiraste a la basura en vez del boleto de la combi, las resbaladas, los tropiezos, las veces que perdimos, las veces que nos dejaron, que se nos fue el micro, que te gastaste el último céntimo del saldo, que rompiste la dieta, que nunca empezaste la dieta, que dejaste a la mitad un buen libro, que jalaste el examen, que jalaste el curso, que doblaste la esquina, o que te la doblaron, que cerraste el cajón con llave, que nos ganaron, que te cerraon la puerta en la cara, que te paraste en el limbo y nunca saliste, que te engañaron, que mentiste, que la palanca del water se atoró, que se fue el agua mientras te duchabas, que te salió salada al comida, que lloraste, que no te reincorporaste, que te inyectaron adrezo de pavo en la mano, que saliste tarde de la casa, que no te pagaron a fin de mes, que te quedaste algo solo..

que todas las veces que NO TE SALIÓ...

que más dá..

  :)

la vida...
continua. 





plan..to be suprised.


y que el 11 sea un mejor año.
chau!

jueves, 23 de diciembre de 2010

10.39 pm la ciudad se derrumba y yo cantando

Será que esa canción me hace recordar a Benedetti, será.

Estuve pensando que Lima es una ciudad de aires: todos los cables están sobre las casas, el tren eléctrico estará sobre las casas,  el teléfono, la luz, la TV, las antenas de direcTV, los edificios apiñados... El cielo de la ciudad es como un cuaderno norma rayado con poco espacio para las correcciones y donde todo se sale de los bordes.
¿Cuáles serán los motivos?

Flojera.


¿algún día se nos quitará?



ni cagando :)


Somos la vaga mezcla de música, gente, desorden, y eso otro, que de cabeza, tiene poco.





"Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren"
[Benedetti-cada ciudad puede ser otra]

sábado, 18 de diciembre de 2010

2:08 am El mapa

Pocas veces pensé 
que volvería a  considerar un 'mapa',
que lograría reconocer algo con los ojos cerrados.
Esta vez no era mi lengua,
esta vez no eran pedazos de cabellos,
esta vez no sé que era,
pero eso sí, andaba descalzo,
y podía olerlo a lo lejos.
I.

Ahí estabas.
Entre lo que eras y lo que yo te suponía.

Caminaba por un par de avenidas a la vez y me tropecé con un país, un continente, un estado diferente a este que veo por todos los lados y todos los días. Levanté la mirada y te vi, de frente, en el rincon mismo de la esquina de una habitación que no sabría decir bien de quién era. Afuera había una calle, señales de tránsito, árboles y rejas. Era como un cuarto en medio de todo, sólo un cuarto sin muchos adornos. Bajé la mirada, ahí estabas denuevo, te recortabas en cada vuelta a la esquina que daba mi mano sobre tus calles, en cada paso vibrante que entumecía mucho de lo que aún no podía ver. Tus pedazos tenían nombres de lugares que yo no conocía. Levanté la mirada, y ahí te encontraba otra vez, de piel palidecida, de miedo, de Miedo, y de ese 'no se qué' que te hacía aún mejor que los viernes después de bajar de un avión y volver a casa, dejar las maletas en la lavandería, y cobijar los pies bajo las pantuflas de felpa que más que un regalo de cumpleaños no tenían una razón aparente y relevante. Y aún así, no entendía porque estabas allá, porque estabas aquí. Baje la mirada, la subí denuevo.

- - -

De frente te encontraba sin ropa, en la desnuedez perfecta de un domingo por la tarde. Las cortinas cerradas, la luz que entra a media caña por las fibras fluctuantes de los hilos que conocí un día mientras todos tejían y yo dormitaba en la almohada de mi abuelo. Eras la figura imperfecta. Tenía entre el indice y el pulgar los trazos de carbón que se hundían más allá de lo que tu perfil me dictaba y te quedaste ahí, en la quietud fina de no saber que hora era y a qué hora tendrías que irte. De frente te encontraba, así, sin ropa, y con una sábana que se resbalaba por los rincones más oblicuos de esa piel medio blanca, medio crema, medio 'sin color' que contrastaba con la pared pero que, hasta a veces, lograba perderse en el amarillo que habíamos pintado hacía menos de una semana. De frente, así eras.

Baje la mirada y te encontraba al mismo tiempo, con una ropa extraña, llena de trazos, llena de ciudades, de viajes, de caminos, de rutas, de carros, de todos. Te encontraba como lo más ajeno que tenía pegado a la sombra que 'te hacía' desde allá arriba: una sombra tenue que desaparecía cuando se atrevía a tocarte y dejaba de ser algo, para ser de 'quien sabe' cuando...cuando terminaría de pasearme por todas las autopistas que te recorrían como a Caracas de noche. Así estabas, allá abajo, con lo único que tenías puesto de decoro, un mapa, una guía de calles, las rutas del mundo entero, mal pegado, mal encajado, sobrepuesto. Los lugares por los que mis diez peatones de un pie andaban. Las dunas, las lomas, los pastizales más verdes sobre ese cuerpo estrecho y traslúcido, estirado y recojido, como las contracciones diafragmales del hipo cuando había un paso de más o un paso de menos en las cuadras más peligrosas de por debajo de tu cuello y al costado del lóbulo derecho de la oreja que tenía más cerca. Bajé la mirada y así eras.

Recuerdo perfectamente el momento en el que deslicé la cabeza a la altura de tu abdomen bajo y ví una ciudad entera que, entre el tráfico y los carteles de esa hora de la tarde, me miraron como al intruso más indeseable, y sin embargo, no pude más que hacerle cosquillas hasta que un temblor lo sacudio todo y mis manos se fueron a pasear al otro país de a la vuelta de tu cintura. Te hacías y deshacías como el mapamundí que pensé alguna vez tuve entre los dedos, y resultó que habían varios, que el mundo se hacía como uno quería, que me estabas dejando lucir 'tus formas' de vías rápidas, de casas, de ti, y se me erizaron los vellos del brazo izquiero hasta que decidí que quería quedarme ahí, que si algunas veces pensé que algo conocía, cuánto me habría equivocado en esas todas las veces.

Que realidad te miré! de frente y de lejos así como dicen que viniste al mundo. De cerca y abajo como si fuese la lámina del proyector que dibujaba un plano sobre tu cuerpo sólo, y los pastos, y las montañas...No sólo mis manos se hacían como los carros en las avenidas grandes de los días festivos, sino los ojos entrecerrados, los labios entreabiertos, las piernas entreabiertas, y tú, en el medio de todo, en dos sitios a la vez, de frente y abajo, de abajo y en frente. Luego tus manos, la unión mediata de dos personas, el acercamiento preciso, nuestro encaje y la fuerza necesaria que se aplica en la espina dorsal para terminar de alcanzar el punto más alto de una entrepierna como la bisagra de la puerta hacia quién sabe dónde. Tu elasticidad y mi compilación, lo óvalos de los laterales de las costillas, y más arriba las preciosas endiduras con fallas geográficas que me permiten hundirme hasta dejar de respirar.

No entiendo bien cómo te volviste un mapa y como de pronto estabas ahí delante, con una cubierta  y delante, en el (des)orden que me causa tratar de alcanzarte y tenerte a la distancia de medio milimetro al mismo tiempo. Sólo sé que te veías doble, que me hacías recordar a aquel día que no pude ni pararme luego de tomarme 3/4 de la botella de ron que descansaba debajo de mi silla y que de una patada derramé por todo el piso de la casa de tus tíos. Pero también sabía que no debía estar ahí, pero que un cenit construirdo no estaba mal de esa manera. Amasaste un pan y me diste de comer. Me quedé observandote de ambos modos, y seguí cada una de tus arterias y venas hasta que llegaban a un rincon en que mis ojos no alcanzaban a escarbar más adentro de tus musculos y huesos y las calles y los pantanos y la sábana blanca que se resbalaba por tus rincones más oblicuos, y ya no eras dos, eras tres, eras uno, eras los mismo en el mismo lado, en el mismo rincón, en la misma cama que siempe te andaba desordenando, en la misma sábana, en el mismo sitio, en las torres de Paris, en las calles de Caracas.

- - -

Tocaron el timbre, tu ropa de humano se te puso sobre los hombros, mi mochila se colgó dejando mi cuello en medio, el cuarto se ordenó y, así, de pronto, estaba afuera de esa habitación como un punto en medio de la calle, en medio de todo, y adentro tú, como el corazón de una fruta, pero nunca de a uno. Ya 'había llegado' mientras yo salía por alguna puerta que no pude ver. A mí me tocaba salir. Te podía ver entre las paredes mientras caminaba entre las rejas y los árboles que dibujaban la calle y la esquina por la que doblaria, pero esos ojos claros ya no miraban con la curiosidad de quién se encuentra con un gato revolucionario haciendo un balconazo en la casa ajena, sino con la inconformidad de lo que se volvió constumbre. 'Ya había llegado'. Los ojos se te almendraron y perdieron la pircadía que les nace cuando no saben que cósa voy a hacer debajo del muérdago: si me voy a atrever a acercarme o voy a plantarte la sonrisa de Amstrong cuando llegó a la luna (si es que alguna vez llegó).

Te miro de reojo para recordar la punta de tu cabello más largo que aún se estira con la luz fluctuante de los hilares de la cortina, te miro por esa pared traslucida como tu cuerpo que me deja verte y verle a quién te acompaña también, te miro y ya no te veo más, se cerraron las paredes, me volví un escolar, la calle se hizo angosta, el sol se olvidó de pagar su recibo.

Volteo la cabeza y doblo la esquina, entonces, despierto. Son las 8:14 am y tenía el cuerpo como lleno de golpes, como si me hubiera pasado toda la noche andando a pie por todos los lugares que no conocía. Tengo sed y es hora de tomar desayuno.


Lima 19 de diciembre de un año que termina en 10.

"Será porque no me gusta la tapiceria,
                                   que creo que tu desnudez
es tu mejor lencería"
[desnuda-arjona]

domingo, 31 de octubre de 2010

12.36am el dia paso y se hizo aguita

y suelo preguntarme,
cómo ando de pie en un sombra que ya no va?
Pasó octubre y se fue como una rama de otorño
de esas ramas que si caen
pero no aquí
sino lejos
tan allá que son como tus pedazos de arte
que aún viven, aún viven.


Y el día paso, se hizo aguita. Se hizo también aspero como un pedazo de árbol, un árbol que un día fue dañado para ver cuanto tiempo duraban las marcas que le hicimos, y ahi estan..ahí están.
Se me prendió la luz de arriba de tus cejas y se me fueron.
Había contado 3 abriles y miles de veranos de espera media muerta,
de esperar a ver si te venías,
si te venías aquí conmigo y luego...
se te erizó la piel, se me cayeron las manos al lado de los tobillos.
te diste la vuelta en U y...caramba...siempre te vestías tan bien.

Aveces pensé que la vida me daba la mano, o que tú te las ingeniabas para mirarla de reojo. Pedro Guerra le canta a Matilde, y yo no sé a quien le canto ahora, pero el hecho es que me gusta cantar, especialmente cuando algo me hace sonreir de costado o quizá en un aeropuerto, ojalá no parta nadie, ojalá las ruedas del avión se queden ahí y si se suben sea para volver, para volverse..
Tuve un día a la felicidad en 5 dedos y nunca se acortaron
pero siempre pense que el tiempo era corto y que era demasiado bueno
que de hecho que te ibas a ir a pasear por quien sabe donde,
a la vuelta de los campos eliseos, a las 600 hojas de rayuela y en el brazo de Cortazar.
y me quedaría de este modo,
vaya modo,
un resaltador, una separata, la empanada que me hiciste cuando hacía lluvia afuera
y ...caramba...quien no iba a sonreir contigo ahi caramba.


Me barriste sin querer, pero qué buena escoba era..  Salíamos a caminar, pero a veces los perros me molestaban, eso desde que tenía pocos años, porque andaban con la nariz en el suelo y se les metia el polvo y nunca lo entendi. El reloj se paseaba, los lentes se opacaron, y me compré un menú..un menú de una luca china, unalucachina y eso que antes, antes comíamos como a los reyes, o un chocolate y nada más.
el pasado más perdido se describe en dos líneas
una que diga el nombre más cercano a tu mano derecha
y la otra que describa cuantas veces lo cogi y se me quedó pegado entre los dedos
y era el mejor adorno. En los claveles que surcan los caminos que aquí
en este lugar
no existen
tu los hiciste barro
y al caminar entre ellos los insectos te miraron
y se callaron la boca caramba.

Ojalá guardes silencio, yo lo guardé hace un par de días, y me di la molestia de dormirme a tu lado sin que supieras que por ahí andaba. Qué seguridad esta, qué seguridad aquella que siempre estuvo...de lejos, de dios y de lejos. De lejos aveces el cuadro de puntos parece la mejor pincelada que alguien pudo darte. Y el día pasó, por fin pasó, y se hizo aguita, se fue octubre, 'el octubre de mi vida'  y ya no sólo camina, ya hace de todo.
Ya baila.





"y abrazame fuerte.
que no pueda respirar
tengo miedo de que un dia ya no quieras bailar conmigo 
nunca mas"
[pedro guerra- el marido de la peluquera]

sábado, 18 de septiembre de 2010

11.34 pm un otro.

 Días y más,
cuantos más en el mismo sitio.
Pero es bueno pararle al tiempo un rato,
y ver que paja se ve el marco de la vantana
cuando al frente, se ven tus cortinas y pocas ropas.
¿un cigarro?
dale.


Habían pasado 4 años y medio, y recordaba. Tuve a un escritor, un músico, un negociante, un pintor, y a otro que nunca tomé en cuenta. Especialistas todos, anormales y normales, inconformes, y limpios y despeinados. Inconformes. Especialistas, otra vez.

Mis brazos se resbalaron por encima de todos y de todos obtuve algo más allá de sólo una caminata. Todos me compraron rosas. Todos me hicieron manualidades. Todos me hicieron bromas. Todos tenían sus vidas raras. A todos les costó dejarme. Y todos aún siguen conmigo, por aquí o de pasada.

El escritor me contó historias, les puso vídeos, me enseñó a tomar vodka, rayó un periódico con columnas sobre mí, me derribó a telefonasos y se dedicó a bañarse y a dejar de comer mentas. El músico siguió siendo músico, me tocó 768 canciones que entendí a medias, y me compuso 2 exactamente. Me enseñó a saborear el chocolate, a usar guantes en invierno, a no decir lisuras de la reconchasumadre, a vengarme de lo invengable. Usaba camisas y pantalones oscuros, amaba el invierno y yo, yo envidiaba a su ukelele.

El negociante usaba terno y corbata, tenía un bonito auto con los asientos reclinables que nunca nos sirvieron de nada. Nunca me gustó mucho, pero a veces usaba bernudas. Solía tomar cerveza y caminaba dando vueltas por todos lados cuando no me veía. Sus manos tocaron mis piernas y luego no tocaron nada más. Los besos se fueron rápido, la vida se hizo engorrosa, los patas se multiplicaron, y su corbata se fue por el desagüe. El pintor. El pintor hablaba extraño, parecía un dibujo de 'macanudo', usaba los pantalones apretados y tenía una carpa movible para dormir. Nunca tuvo chamba fija, ni casa, ni comida. El pintor nunca me pintó. Caminaba con pasos largos, con la sonrisa hechada, y me sostuvo toda hasta contenerme la respiración. Me encajó y me presentó a todo Lima, a todos los de una línea para arriba. Me enseñó que la imagen se trastoca, pero nada como dormir en una cama por la tarde.

Había otro, y al otro, nunca lo tomé en cuenta.

Habían pasado 4 años y medio y recordaba. Vivia sola, tenía trabajo, quería estudiar en la universidad de nuevo, algo que tuviera que ver con hacer origami, y aprender alemán en el instituto del frente. No sabía qué buscaba, porque al parecer lo había tenido todo, y había sido feliz quizá en todas las veces. Caminé a la esquina del semáforo, donde todos los días paraba el mismo micro. Me senté al costado de una persona que coleccionaba boletos de bus, leía mucho, y usaba chalina con polo de manga corta. Dibujaba como una nena en post-it y hacía garabatos en las hojas de sus libros. Los micros siempre habían sido un buen lugar, los rompemuelles tocaron su mano con la mia, me miró, le miré y me tomó como si fuera de toda la vida. No me habló, sólo sentí su piel tosca, sus dedos de chamba, la seguridad de un apretón y la música rara que salio de alguna parte de su camisa. No usaba zapatos.

Era un escritor, músico, pintor, nunca un negociante, pero tomaba chela a veces, un lector, un gasfitero, un carpintero, un intelectual, un atleta, un actor, un caminante, y también era otro, otro carajo. Pero un otro general. Un otro con una casa con gente, con 5 soles para caminar en el día, con todos los parques que yo podía tener, con todos los carros que se me pegaban la gana (él paraba el mejor taxi). Con flores no con rosas, con días, no promesas, con todo dificiles y señas, con 0 representaciones de quienes éramos, con sandwiches de quioscos y chocolate caliente. Un otro que usaba pijama rara, con días sin verle, con mi voz y su olor a antiguo, con sus bares y mi departamento. Era un otro general, un otro que me tomó de la mano, por fin y sólo de la mano, y puta...no me soltó pero nunca.

 "We made some plans, and let them go
Do you have the slightest idea? No, I don't
Why the world is bright with you here? Oh, is that so?"
(modern nature-sondre lerche)


viernes, 6 de agosto de 2010

12.16 am slow down

Se bajan de los lados de las almohadas y los trenes
slow down.
    tu te fuiste al doblar la esquina.

Se mueven en el temblor las camas,
todo se mueve y abajo
   yo
al lado
   tu
cuatro veces te dije que te fueras
y debajo de tu sombra rasgada,
¡que cielo te me armaste debajo de tu ropa!

representaste en dos pasos las cinco veces
que...
las cinco veces volaste por debajo de mis pies.
En la ventana
se levantan
del alquiler de la esquina  y al doblar,
slow down,
y bajas con al suavidad de la primera..
en la sexta se cerraron tus persianas.

Cuantos eramos en el deletreo
en la vida de las espaldas.
En el clamor
  yo
al lado
  tu
y golpeas el paso de los dedos
en la calidez arropada del cuarto de planchar.
Se hizo musica en el primer piso,
y slow down slow down
se fueron cayendo de mi repisa
los 4 metros de tu cinta aislante
de rest-aurante.




but.you.

jueves, 22 de julio de 2010

11.11 pm noe.

"We all paint our own surroundings. 
But you're the first guy I know 
to use real paint."



noe nació el 23 de julio de 1991 a las 7:05 am y pesaba cuatro kilos y medio.


Lloró. aprendió a ir al baño. caminó. habló. luego aprendió a escribir. a leer. a cantar. a cortar con las tijeras punta roma [aunque siempre mal]. aprendió a volar los plomos de su casa. a tocar la guitarra. a jugar pelota. a tomar lonche en la calle. a soñar. noe aprendió a querer. luego a amar. luego amó por muchos años [muchos más que la mitad de su vida toda]. le enseñaron. y noe aprendió.

aprendió también a dar abrazos de 4 brazos. a pararse de cabeza. a reinventarse todos los días. luego aprendió formas extrañas de curar a la gente. a estar en silencio. a dar la mano. a conocer las manos. noe un día aprendió a aprender que la belleza es sin maquillaje. aprendió a escuchar musica rara. a caminar en medias. a burlarse de los anteojos y luego a usarlos. aprendió  a hablar en público. y nunca aprendió a dibujar. pero de todas formas aprendió que el arte se hace en el aire y se pinta sólo desde los bordes.


Pero probablemente lo que más aprendió noe fue a esperar. a esperar sin roche. en todos los climas. en todos los lugares. en todas las horas. en todas las formas. en todas las entradas de los cines y los pocos parques de este raro sitio donde le tocó caer. pero aprendió. como a comer brócoli o jugar carnavales con 'azulino'. Azulino. noe aprendió a esperar en azul y en azul probablemente siempre esté esperando. pero ya aprendió a abrigarse, a curarse los resfrios, a apagar el celular de noche, a sonreir todas las mañanas, a abrir sus persianas marrones, y a buscar, siempre aprendió a buscar.




 i noe.
. luego de 19 años. i a pesar de todo. aun cree que podrá cambiar el mundo.


nada más.





porque cuando las rosas se derriten en nuestras manos
entonces.
que más da sino sonrisas?



[maybe i'm not in your heaven after all girl
... maybe you are in mine.]

martes, 13 de julio de 2010

11.26 horas

'recoriendo aquel edén de solo dos metros cuadrados
que es el área de aquel colchón tan maltradado...'






diré solo algo corto y preciso y exacto y sin puntos sin signos sin nada

somos mas o menos 6.834 millones de habitantes en el mundo y desde entonces la cifra de habitantes aumenta una media de 2 coma 6 personas por segundo asi que he decidido que si en una hora la media aumenta en cantidades ploteicas me dedicaré a explorar a una sola en vez de a mil millones porque al final de cuentas la vida es una el libro es uno el arbol es uno un cuarto son mil y mil las horas que me quedaré sin más que yo y tú del otro lado de la acera desdoblandome como el abanico que te cuelga de entre las manos y que gracias a quién sabe quien nos tapará del sol y de los pedazos de hojas inertes en otoño que aqui no se ve

finito.

"horas
horas
colgados como dos computadoras"
[horas-J.drexler]

lunes, 12 de julio de 2010

10.59 pm el micro

Siempre trato de pensar en otras cosas,
pero debo aceptar que es algo imposible en algunas ocasiones.
sin emabrgo, todos tenesmo vidas y las vidas tienen whyskies de por medio.
Era hora de tratar de mirar nuestra espalda,
que el progreso no sirve, que el desarrollo se traba,
pero que aún tenía 50 céntimos en el bolsillo
para darme el gusto,
y comprarme otro beso de mosa.




Odio que mi micro pase por su casa.

Agachaba mi cabeza y leia un libro. Era hora punta. El carro venía lleno y por suerte [o desgracia] cogí un asiento al lado derecho del pasillo, de esos incomodos que tienen la llanta debajo y uno tiene que andar encojido como si alguien te estuviera aplastanto. Las lunas estaban empañadas, eran como las 7 de la noche. Las luces amarillas que prenden adentro cuando ya nadie se ve las caras, dan ese ambiente de sucio y de 'se acaba el día es hora de que nos duela la cabeza'. Odiaba el recorrido enorme desde la UNMSM hasta El Monumental, si...ahi donde la gente se separa por rejas. Era muy largo, mi paylist muy corto, mi cabeza muy llena, el asiento muy pequeño.

Pensaba en 4 cosas, de las cuales solo importan dos. Uno, tenia hambre, y dos.....
El micro se detuvo y fueron los 5 segundos más largos de mi vida hasta entonces. Todos los cuerpos se movieron lentamente hasta acomodarse luego de la violenta frenada, y no importó mucho qué fue lo que le paso al carro, sino que mi cabeza dió vuelta hacia la ventana y le quitó el vaho de ensima. Y ahí estaba. Era la avenida, la calle, el jardín verde, los cuatro autos parados al borde del garaje más hermono que haya visto nunca. Levante lo ojos. Estaba perfectamente pintada, tenia todo lo que mi casa no tenia y le faltaba todo también, no había duda. La puerta estaba cerrada. Nunca había entrado, sólo sabía que ahí era. Entonces el movimiento continuó, y al doblar la esquina de vuelta a la ruta del monumental, me encontré con la osadía de darle un último vistaso a ese rincón, el único lugar, probablemente, el único y último lugar del mundo donde yo no estaba y donde comenzaba a disolverme del todo, y a ampliarlo todo denuevo con otra ruta diferente.

Y te vi.

Que rara es la vida, que estrechamente cruel y perfectamente exacta. Había una ventana mal cerrada. Una ventana puerta, una puerta ventana, y vi a dos. La luz de adentro resaltaba todo, te resaltaba, le resaltaba, resaltaba y resaltaba más. La cortina de tela les daba profundidad; el segundo piso, cercanía; la noche, clandestinidad; la calle cerca, osadía. No vi más, solo dos que parecian uno y yo, de afuera, esperando a que el micro se pasara rapido, que el semáforo no se pusiera en rojo, que la luz de ese cuarto que no era tuyo se apagara, que la noche se hiciera dia, que la cortina se hiciera de fierro, y que algún día, algun día se me olvide de una vez por todas, como eres.

El pecho se me hizo un puño, mi libro se cerró de golpe, la música se apagó, la vida se me hizo miserable.  Me pregunté mil veces si era justo, si era sensato, si en verdad me había podido equivocar tanto. El ruido se me hizo tan fuerte que el silencio lo envolvió todo. Escuché el chistar de la cucharita del café cuando uno le hecha azucar al agua caliente. Si. Me había pasado lo que le pasa a todas las personas en el mundo. Por primera vez me sentí parte del resto, de la bola de nieve, un escritor más, un artista más, todos tristes, todos contanto la misma vaina. 

Pero. Pero. Pero. Pasó. El carro avanzó rapido, el semáforo estaba en verde, no sé a qué hora se habrá apagado aquella luz del cuarto que no era tuyo, la noche siguió siendo noche, la cortina de tela. Y me vi y sonreí. Lo perdí todo y lo gané todo. Nunca iba a olvidar como eras, pero si podía tomar otra ruta de combi. Conecté la música y pensé 'los músicos no bailamos, ya habrás oido decir..gracias de todos modos..gracias por insistir'. Que andar de duda en duda, bamboleándose, era entretenido mientras no doliera y ya había dolido mucho. Esa ya no era mi historia y yo tenía ganas de volver a ser lo que habia sido, a gustarme y a gustar. El micro se hizo suave, se expandió, se ventiló. Te dejé en tu ventana y dejé al carro de todos los días en el paradero de al frente; al final de cuentas, soledad, 'aquí están mis credenciales', y a ver si me ayudas y me borras la cortina de tela, y me pones otra figura, otra que se dibuje desde mi casa, soledad.

Pensaba en 4 cosas, de las cuales solo importan dos. Uno, tenia hambre, y dos, dónde carajos estarías en ese momento, ojala que extrañanadome, ojalá que...

risa. que va!


'No tengo a quien rezarle..pidiendo luz,
ando tanteando el espacio a ciegas.
No me malinterpreten, no estoy quejandome,
soy jardinero de mis dilemas.
Hermana duda,
pasarán los años cambiarán las modas,
vendrán otras guerras y ojalá que tu...
sigas teniendome a tiro,
pero esta noche,
hermana duda...
hermana duda
dame un respiro'
[hermana duda-J.drexler]

jueves, 17 de junio de 2010

2.26 pm. ...un post con sentido :)

probablemente mis ideas sean pequeñas
o quiza
ahora no tengo ganas.
ganas de nada ni de mi.
cuando eso pasa
llegan las sabias palabras de toda la vida
que sabe que es lo que uno debe postear en su blog,
cuando las ganas se le fueron,
i cuando se debe detener cualquier palabra cursi que quiera salir
de, en lo que a mi respecta,
se llama estómago.
:)
[nunca nuca..digas nunca]


mensaje en el facebook de clau a noe a raíz de la extrania aprobación de un tercero que nunca llegó a ser.
dice...


Noelia Solange Chavez Angeles... a veces tambien llamada anticristo por el desafio que representa para el mundo, pon pon en su momento, loco sujeto cuando me dan ganas, obezita durante 5to, persona en momentos en los que no quiero decirte noe, individuo en algun lugar, baby pero le desagrada, ninia cuando era mas pequenia, gordita cuando se me sale seguido de una correccion "noe!", webon cuando te digo que no me digas webon, noeliaaaaaa que va despues del claudiangeles (todo en tono agudo por supuesto), emo cuando lo fuiste, sonrisa de costado cuando la pones, rogelio cuando carla me aconseja, principe de las oscuridades cuando carla esta presente, persona gris durante el invierno que planeabas confundirte con Lima y su cielo, angel cuando descubrimos que tu 2do nombre podia sonar algo asi como un angel que viene del sol, antisema cuando maltratas al kurdo, noeliasolange cuando quiero sonar seria o decir que te odio, persona importante cuando eras Rea, Tyra Banks cuando soliamos presentar NNTS (noelias next top sandra), la vida cuando haces algo impresionante y la persona que robare para tomar un cafe esta semana.... aunque yo no tome cafe!.... Te extranio!

creo que podria seguir... pero siendo las 5.40 am de un jueves... debo volver al magico mundo de taller!
un beso noe!

pd. ese es el que mas me gusta =) !
pd2. hoy no tengo ganas de aprobar a nadie! y quiza tampoco tenga durante un tiempo! aléjense todos!
pd3. te lo queria postear en el muro pero no entran todos tus apelativos...
pd4. lo seguire intentando!
pd5. o puedo publicarlo en tu blog... si tuviera la clave...
pd6. o puedes hacerlo tu =) 



abrazo enorme a claudiangeles
:)
apruebo lo del cafe
siempre.
i 'clau'... 'clau' tmb es el que mas me gusta
-sonrisa-

domingo, 23 de mayo de 2010

7.09pm vida.

http://www.youtube.com/watch?v=YUZ4Fy4phls


Vida.
Ojalá nos hubieramos conocido a los 30 y no a los 15. 


[canción]

/ nos conocimos un dia como este / tu me escuchabas ahi 
sentada entre la gente / nos presentaron y como siempre /
yo no supe que decir / ahora lo sabes / eso te lo deje a ti/...
 
..porque de momentos estamos todos hechos, y porque nunca 
habrá nada mejor...
 
/ tome tu mano / con la torpeza que dieron mis pocos años 
/ y yo que del amor solo sabia / hacer canciones con 
historias que no eran mias /
 
vuelvo a dibujarte de memoria y recuerdo..la vaga imagen de unos
ojos abiertos a media noche esperando que la noche caiga. 
y tus pestañas. Hacer que el desvelo valga la pena, que tu de mi 
mano y nada pasaría, que la incertidumbre se nos iría por el tacho. 
 
/ duerme conmigo / y que el respeto se nos caiga con la ropa 
/ se entre tus piernas encontrare algun destino
/ dueme conmigo /
 
a los 30, cuando ya no haya hacia donde seguir creciendo. cuando 
una sonrisa baste la casa entera se vuelva el trabajo se obvie el 
despertador malogrado con el desayuno dos cigarros prendidos el 
silencio y el ruido y tu..
cuando se deje de tener ganas de aprender y se tengan ganas de
 aprender todo denuevo, todo mal, todo. porque todo ya se sabe
 
/ duerme conmigo / y que el sonido de tu voz / llene el vacio 
/ quiero tener un solo amanecer contigo / aunque sea por 
esta vez / duerme conmigo /
 
las mascaras no sirven los amores pasados no importan el ave de la 
ventana las olas, mis lentes y poesia colgando del cable del telefono
tu pelo despeinado todo el maquiillaje echado a perder los aretes y 
la luz que no pareces ser del cuarto ni parte sino afuera sino buenos 
dias quiero despertar así siempre, y a los 30 a los 30.
porque de adentro entendi aquella vez por la mañana que uno 
encuentra a quien le encaja sin disfraz y de ese modo, y a los 30.
 
/ yo quiero verte amanecer / aunque sea por esta vez.../
 
pero a los 15.
 
/ duerme...conmigo / 
 
.a los 15  fue perfecto. 
 
 
:)
"Y es que ella me dijo que al amanecer se marcharía
(...)
i que aún me cuesta estar sin ti" 
[la cancion más chiquita del mundo 
-pez de marte]




viernes, 21 de mayo de 2010

11.35 pm y cuando la hora llega, la hora llega y no más.

Cómo se me van los días
y las canciones que la radio pronuncia.
Cada vez se inundan del sinsentido
que ya nadie ve.
A todos los taparon los lentes de sol
cuando aun el invierno sigue,
i mi almuerzo en mi lonchera sabe de la misma forma 
desde hace 1 anio y medio


Cansado. Así luce el paisaje a las 2pm cuando ya no hay nada que hacer. Cansado.

Un violinista coje su instrumento y lo transforma en la mejor máquina de bulla y razón. Yo. Yo no tengo instrumento. Me levanto como si los pantalones me quedaran muy grandes y tengo que andarmelos cogiendo mientras camino. El cielo cada día está más oscuro, los árboles ya comenzaron a cambiar de colores y coloretes, la humedad y la olas. ¿Qué más?. Invierno. Esto se llama: 'ya comienza finales de mayo'. El suelo da vueltas al rededor de un punto y el punto se queda fijo para ver que es lo va a suceder. Cansado. Todo está cansado. ¿Qué más sol quiero, que el sol que sale de mi mesita de noche?...

Un día soleado y él buscó que deshacerse de la última excusa que lo ataba a aquella bola de irrealidad que le apretaba los sentidos hasta que le recordaba a su vida toda. A su vida, que de vida, luego de pensarlo, no había sido de la forma espontanea que se la imaginó un día, hace muchos, por supuesto. Recogió el último audiovisual que le faltaba y le dio la espalda. El frío y la incertidumbre en que nos sumerge la llovizna encaprichada de esta ciudad le hizo temblar las rodillas, pero él sabia que cuando la hora llega, la hora llega y no más. Cogió su gorro antes de salir del salón. Al fin y al cabo, todo el mundo parecía tener un lugar, menos él. La realidad es diferente que las palabras, recordó, y en ese momento, se dio cuenta que debía volver a casa; que ahí, tendría una taza de café caliente.

Un día de media estación, ella buscó que vivir otra vez y deshacerse de la última excusa que la ataba a aquella bola de realidad que le apretaba los sentidos hasta que le recordaba a su vida toda. A su vida, que de vida, luego de pensarlo, lo había sido absolutamente todo alguna vez, hace mucho, por supuesto. Se desvistió de todos los adronos posibles y le dio la espalda. El nuevo calor y las nuevas sonrisas, los nuevos paseos, la jueventud plena de los 26, nunca más le hicieron temblar las rodillas, porque ella supo desde siempre, que cuando la hora llega, la hora llaga y no más. Cogió su cartera antes de salir del salón. Al fin y al cabo, ella ya tenía un lugar provisorio, al menos ella. La realidad es diferente que las palabras, recordó, y en ese momento, se dio cuenta que no debía volver a casa, que la noche estaba demasiado noche como para perdersela.

[La última noticia]  Él.

Cansado. Así luce el paisaje a las 2pm cuando ya no hay nada que hacer. Cansado.

Hay demasiadas cosas que realizar en este giratorio espacio inundado de preguntas, de palabras, de discursos, de sobre nombres y símbolos ambiguos. ¿En dónde estoy?. Camino por una línea inconforme que me dibujé con una tiza de cuando jugaba 'mundo' en la vereda de mi casa. Camino por los pasillos de mi trabajo, y mi mente nunca se escapa de las obligaciones, que, mal que bien, están a mi lado y piensan en mí tanto como yo pienso en ellas. Me detengo. Respiro. Vuelvo a llenar mi cabeza de informes y correos eletrónicos. Recuerdo que hace unos 7 meses había escrito lo mismo que escribo ahora, cuando quise que no más. Y no más nunca llegó.

Pero ahora era diferente, se sentía diferente. Se acabaron los sueños de reuniones fugaces, de encuentros de 5 minutos, de respiros provocados a proposito. Esta vez, era alguien conocido, era alguien con nombre fuerte, y con ganas de no pensar más, como yo. Entonces, aquel momento llegó, llegó sin buscarlo, como la moneda en el suelo, que uno conoce muy bien, pero que nunca penso hallarla. Pasó por mi lado, luego, mi cigarro se apagó antes de llegar a la mitad, estaba igual que hace 6 meses, pero después de aquella reunión pense que nunca volveríamos a encontrarnos / ¿Fumas?. Siempre que algo no me está funcionando bien. Tengo paquetes gigantes de examenes de corregir. Y yo dos conferencias que atender y 16 audiovisuales diferentes que calificar. Bueno, quiza nos vemos otra vez., por aquí, por allá, y eso sea saludable / Cuando una persona tiene una oportunidad, ya deja de ser necesario el espacio y el tiempo, se deja la cabeza y las razones; cuando una persona tiene una oportunidad, solo la toma y se construye las nubes, todas las necesarias para salir a hacer paracaidismo / No, ¿Cenas? ¿sales?... ¿Quieres, salir?. Si. / Y luego de mucho tiempo uno se atreve a dar un paso más, solo un paso, sin saber a donde, porque vale la pena, porque intentarlo siempre vale la pena, porque cuando llega la hora, la hora llega y no más / El viernes a las ocho. ¿a dónde vamos?. A donde nos lleven las zapatillas. / Y si de una me paré, de las demás, que más da.

[Sonrisa y dolor de panza]

"Sabes mejor que nadie,
yo no lo soy de los tipos
más romanticos que hay.
Prefiero amarte una vida,
a una eternidad (...)
Esta cancion está hecha para dedicar,
a esa persona a la que tu dices amar.
Esta canción,
es una excusa para un tiempo,
para un tiempo entre los dos.
Se no es mi fuerte desgarrarme el corazon,
se no es lo  mismo pero intento creo yo,
y ahora dejame tocarla
para un tiempo entre los dos"
[Para un tiempo entre los dos-CesarGino]

sábado, 27 de marzo de 2010

AFIRMO que cLaudia es nAtuRaLmente Rubia porque Yo la vi naCer.

La creación de este post es una condición a cambio de mi libertad condicional.

Era cumpleanios de mi abuelo.
El lunes es el cumpleanios de carla.

Me amarraron a un árbol.
Me vistieron de mediooriental.
Mi celular fue arrojado a un jardín de infantes.
Mi mochila fue escondida en un locker.
Fui tackleada 21423534533412121 veces por claudiangeles.
claudiangeles fue ayudada por carla diego y pocho.

mi polo marrón termino verde.
todos conocen mi ropa interior.
mi cuerpo aun me sigue doliendo.
probablemente mi celular necesite reparación.
mis lentes tienen una patita chueca.
mi pelo termino hecho mierdita.

entonces llegó el momento de negociar mi vida a cambio de:
-colgar un post que acepte que claudia es naturalmente rubia porque yo la vi nacer
-llegar temprano el dia sabado 27 a lo que sea que hagamos
-salirme de asambleaUniversitaria antes de que acabe y robar todos los bocaditos que pueda
-faltar el día lunes a mi clase de Procesos del Mundo contemporaneo
-faltar el día martes a mi clase de Análisis de Procesos y Pensamiento Social Peruano
-faltar el día jueves a la misma clase del día martes.

cosas que no acepte hacer:
-correr en vestido por el tontódromo

es de este modo, que, como ya lo dije dos veces y lo vuelvo a repetir:

claudiangeles es naturalmente rubia i io lo sé porque la vi nacer.


u_u

¿por qué acepto todo esto?

[es el cumpleanios del alegre tambor]
f2dadtcat


.1era condición cumplida.


claudia alexandra angeles cordova 
nacio un 11 de diciembre de 1990 
i es 7 meses y 9 días mayor que io.
:)
tqcLau.

miércoles, 20 de enero de 2010

11.36pm La lasagna y el bolero

 'La vida es un frenesí',
cuántas noches más tendré que esperar esta noche.
Luego, la espera no es tan larga,
la fatiga tan imprevista
y el sueldo tan enano.
El intento sigue su camino propio-i la esperanza-,
pero yo comiezo con el corazón afuera
y la exaltación violenta de un delirio.



Decidió aprender a bailar bolero. Definitivamente una decisión distinta y fuera de lo normal, pero no inesperable de todas formas, se trataba de él. Nada de lo que había intentado hasta ese momento había funcionado. Se dió cuenta que hacía 5 años no escribía con el romanticismo que alguna vez lo colmó hasta lo más profundo de lo que pudo ser, su mejor parte, su mejor persona. Recordó todos lo regalos fallados que intentó hacer, la cancion clásica que alguien tocó mejor, las canciones que se habían vuelto una costumbre y las nuevas líneas frescas que llegaron de otras manos, la seguridad subjetiva que brindó pero definitivamente nunca alcanzó y la seguridad perfecta que se presentaba con terno y corbata a la vuelta de la esquina. Él se vió y halló que nada le alcanzaba, que en todo este tiempo todo le faltaba, y que el vacío estomacal de todas las mañanas había dejado de tener lógica alguna. Él.

Decidió dejar de comer las sobras que caían de la mesa. Definitivamente nunca había sido eticoso, pero ya era hora de ponerle un orden al día y a su estómago. Se dió cuenta que, hacía 5 años, nada con sabor había probado en realidad, y eso, le había provocado grandes dolores de panza. Recordó aquellas veces en que llegaba él con una sonrisa inmensa en el rostro y dejaba los paquetes de comida en el suelo, o cuando pasaban días enteros en la cama de él y cocinaban, pero no comían nada y volvían a su mundo, dejandole la cena servida y con individual, o cuando solo él era feliz y almorzaban exactamente lo mismo. Tobernoris se vió y halló una gran úlcera que lo estaba matando, que en todo ese tiempo apestaba a sobras, y que hacía un lustro que nadie le daba una palmadita en la cabeza. El gato.

Él miró al gato, el gato lo miró a él, y en medio de sus caras largas, su desesperación, y el tiempo, cómo odiaban el tiempo, decidieron aprender a bailar bolero y a dejar de comer las sobras que caían de la mesa. Definitivamente nunca serían eticosos y sus decisiones eran y serían las más anormales del mundo. Se dieron cuenta que 5 años era mucho tiempo para continuar viviendo en esas condiciones. Recordaron todas las veces y las no veces de 5 años antes de los 5 años y los 5 años enteros también: despertar con el corazón amarrado a alguien y con la panza calientita del amuerzo de la noche, despertar con rezaca, mal aliento y la barriga vacia de muchas semanas atrás.Tobernoris y él se vieron y hallaron a dos seres abandonados a la más grande de las crueldades, se vistieron y se peinaron, se lavaron los dientes, se prepararon sandwiches con queso derretido y saliron a caminar con 15 soles en el bolsillo. Él y el gato.

El gato comió lasagna en una pizzeria de la plazuela St. Guevrin, él despertó de su adormecimiento con un bostezo enorme y atrapó a una chica por la cintura. El bolero sonó, había una mesa con ubicación preferencial en el restaurante, los pasos dobles empezaron, la pasta estaba en su punto, dos caras se encontraron y se vieron de cerca, llevaron palitos a las siciliana a la mesa, tenía los labios rojos y la cintura estrecha, era un hecho que la servilleta al costado del plato no iba a tener protagonismo alguno, sintió el olor del abrazo humano y no quizo moverse, sin orégano el plato sería un delito, tenía los ojos plomos oscuros y la piel pálida, primero probó la salsa interna y las capas con cuidado, el vestido caía en punta y acabó por su pantalón paralizado, lamio agua y terminó la cena, le cogió la mano con la más suave delicadeza de un papel japón y dijo bonne nuit belle, saltó del asiento, se acabó la canción 'sin clásica' y salieron con el sombrero bajo el brazo y los labios manchados de rojo.

Decidieron que nunca iban a volver a atar sus corazones ni a comer de esa manera. Definitivamente ahora querían volver a vivir, no con el calor de antes, pero si buscando el calor de ahora. Se dieron cuenta que los 5 años no fueron tan malos después de todo, el luto tendría que terminar de alguna forma y consecuentemente había que exterminar la ulcera del estómago. Recordaron la noche que acababa de pasar y acertaron conjuntamente que no había comparación alguna con lo que habían vivido un lustro entero atrás: lo que acababa de ocurrirles era una burla; sin embargo, no podían negarlo, la habían pasado bien. Luego del abandono irreparable que habían vivido aún habían cabos reparables y hermosos caminando por las calles y adornados en una cocina detrás de un mostrador. Él y Tobernoris se vieron y hallaron a dos inquilinos en el mundo que ya necesitaban cambio de habitación, de nuevo se bañaban y se alistaban para salir, comían lo mismo y se pusieron horarios, escribieron la originalidad en persona, enamoraron al mundo y sintieron sus panzas calientitas denuevo; no obstante, optaron por seguir esperando, 'el tiempo' los convertía en un excelente trío, solo que esta vez, nunca más solos y, definitivamente, con la ilusión en la frente. El gato y él.


'Compañera, si me alejo un día,

una tarde, una mañana, un junio,
solo es momentánea la partida

no te escribo en despedida.
porque no levanto un muro.
Llevo tu cintura bajo el brazo
brilla cada nota en cada aplauso.
Cura una canción cualquier ausencia
y aligera la impaciencia
de regreso hasta tu abrazo.

No te cambio por un verso,
una voz, una palabra,
eres parte de este intento
de estas manos, de esta causa.
Y no vale una tonada
más que el tono de tu cuerpo
cuando cae sobre la almohada
la tormenta de tu pelo
'

[Alejandro Filio-No te cambio]

domingo, 3 de enero de 2010

10:21 pm - hace 10 años.

 Era aparatoso pensar la singularidad que uno realmente es,
la grandeza no es nada si piensas en la normalidad de todos los dias.
Llegó un nuevo año, con un diez en la espalda.
Las puestas de sol aumentan en número
y yo no sé
cuandó demonios
saldré de esta noche.


Luego del aparatoso retornar a mis miserables 9 años, por fin heme aquí, en la esquina del mismo lugar que me vio desecho del miedo a tan corta edad hace ya bastantes años. Mi papá me traía de la mano en ese entonces, hoy, voy solo, pero se que él me esperará a la salida, como todos los viernes, y me dará un helado.

Llego a las cuadra 12 de la Av. Benavides y busco el pequeño edificio de 10 pisos. El ínfimo respiro de la ciudad de ahora que antes lucía tan imponente y comienza a ser devorado por los gigantes trotamundos construídos a su alrededor, y eso que Lima, tiene muy poco para hablar de rascacielos. Aquí nadie le rasca nada a nadie. Ahí estaba de pié, orgulloso de seguir dandole la cara a las mismas personas, la misma avenida, los mismos árboles de cortezas grandes; el mismo de hace tanto tiempo, los mismos colores despintados verdes y granates, la reja negra que traspasa por igual la puerta peatonal y la de ex automoviles lujosos. Miro los botones y el intercomunicador y una voz se eleva detrás mio, alta, grave, directa. Mi padre.
-Lalo, es el número 810.
Volteo y encuentro su figura trastocada por los años con el mismo cigarro congaldo en la boca y el sombrero tirado hacia un lado: la boina que me dijo yo debía usar para ser el gran cosquitador de las aguas bravas y los cocos de las palmeras. Por supuesto, yo no le encontraba nada de heroico a eso. Estaba apoyado en el capot del auto, nuestro Mercedes del 89.
-Lo sé padre -respondí prácticamente en silencio. Mi cuadro se completo. Él siempre apretó el botón por mi, o me dirigía la mano, y ahora lo apretaba también, pero con la boca.
Toqué el antiguo y malgastado botón 810 y al instante una voz familiar me contestó y señaló, 'llegas tarde'. El estrepitoso sonido que hacen las puertas con intercomunicador al abrirse sacudió mi cabeza por un instante, luego empuje la puerta y vi la figura de mi carro y de mi padre desaparecer como la bocanada de humo que salía de su boca.

Las manos me sudaban, reacción común a esa 'situación apretada'. Así lo solía llamar mi tío Enrique, especialmente a aquellas citas a las que no quería ir pero debía por compromiso. Una señora de unos 75 años me saludó familiarmente. Tiempo después habría de recordar que ella me regalaba caramelos las primeras veces que me aparecí por esos lares. Miré las plantas que se dibujaban cada 5 pasos si miraba a la mano izquierda. Entonces me encontré con la luna de vidrio, filtrante de invitados, accionada por otro botón intercomunicador. Lo malvado de esa puerta es que nunca sabes si te la van a abrir o no. Tú, el invitado, debes aguardar a ver si el receptor de tu humanidad se digna a no hacerte esperar mucho. Yo sabía que no esperaría tanto y apenas toque la fría luna con la punta de mis dedos, ésta se echó para atrás y me dio entrada gratis.

Me encontré en la encerrona que tanto me sofocó un día. Miré la escalera y nos reconocimos de inmediato. Miré el ascensor y sus números amarillos que bajaban hacia mi lentamente, luego la puerta se abrió y despidió el olor. El olor es como si tuviera vida propia, olor a médico y a enfermedad, a carencia, a vacio, a guardado, a 'cometiste un error otra vez'. A atrás. Subí. Estaba marrón, como siempre, y en su techo luminoso se reflejaban las mismas basuras que alguna vez, mucho tiempo antes que yo llegara, habían quedado atrapadas en ese lugar. Un asensor antiguo      con ese olor antiguo           con esa poca finesa al levantarse sin hacer que el estómago se te revuelva        antiguo.


Paró en el piso 8. Salí de mi prisión, observé el final de escalera que había usado aquella vez que el elevador dejó de funcionar. Observé las plantas cerca a una ventana y al costado de la puerta 810. Era tétrico. Cada dos columnas una luz ahorradora trataba de alumbrar el pasillo, y al final una de ellas moría lentamente. Me aproxime a la entrada de mi primera sesión y toque la puerta. Dos golpes, siempre dos golpes. De pronto la puerta se entreabrió y una cara familiar, totalmente igual a la de hace 10 años, me sonrió de pronto; una mano se extendió, el pie mio dio un paso adelante y entré.

La puerta golpeó despacio hasta cerrarse por completo y me quedó un mar de alfombras por delante. Me senté en un sillón con papel higiénico al costado y mi psicóloga al frente mío. Puso las manos a los costados y yo me aferré a mi asiento. Nos medimos. Fue entonces cuando empezó el monólogo interno del ser mientras alguien te mira a los ojos y señala con gran entusiasmo que eres un caso particular.


'..hay una especie de simbiosis,
lo dijo mi psicologa, 
me haría bien una terapia o,
alejarme un tiempo...
unos 70 años..'
[mi caramelo-bersuitVergarabat]